Aún con el corazón encogido, y es que no me acostumbro a vuestras lágrimas de amor, quiero deciros a todas y todos… HASTA PRONTO!!
Hace diez meses iniciamos un camino juntos, camino muy ambicioso pero al mismo tiempo ilusionante, pero claro, y ahora puedo decirlo, temeroso de que aquello que os proponía no saliera bien o no se cumpliera. El listón estaba muy alto, habéis tenido la suerte de contar con buenos profesores, tanto en Infantil como en Primaria, y la verdad, no sabía cómo encajaríais con mi manera de entender la docencia.
Hoy, cuando os he visto bailar todos juntos, como una gran familia, he comprendido que lo hemos conseguido, que aquellos objetivos otoñales han ido madurando, que lo mismo que se vivía en el Mago de Oz cada uno de nosotros hemos vencido nuestros miedos y dificultades hasta convertirnos en mejores personas.
No voy a hacer balance de lo vivido, eso ya está hecho, os conozco y me conocéis como nadie, son muchas horas juntos, verdad?…. así que: cabeza erguida y orgullo rebosante para tomar fuerzas para la que se os avecina (y a mí con vosotros SIEMPRE) el curso que viene. Ya he empezado a planificarlo, dejadme que cada tarde de verano me asome a lo que he ido guardando a lo largo del año en las retinas para buscar esa motivación extra, no dudéis en que seremos más exigentes y buscaremos retos más complicados a sabiendas que me vais a responder con creces…
Hace 10 meses, cuando por primera vez nos encontramos en el aula, tenía frente a mí a un grupo de niños y niñas, mis hormiguitas,… hoy he dejado atrás, con todo el dolor de mi corazón preguntándome por qué corre tanto el reloj cuando se es tan feliz, a un grupo de jóvenes que me han hecho comprender, una vez más, que de amor también se llora y que esas lágrimas sinceras son las que marcan una huella imborrable en lo más profundo del alma.
Leed, descansad, saboread lo vivido, buscad la felicidad cada día y tened la confianza ciega que en septiembre os estaré esperando con los brazos abiertos.